5 Mayıs 2015 Salı

Sobre el imperialismo ruso

La necesidad de claridad respecto a Rusia


Por: Emiliano Cervi y Salvatore Vicario http://www.senzatregua.it/?p=1355

“La lucha contra el imperialismo es una frase vacía y falsa si no va ligada indisolublemente a la lucha contra el oportunismo.” Lenin.

Ya lo sabemos: el mundo está en constante cambio. Estados Unidos es un imperio en decadencia (por supuesto, por esta razón, es más peligroso) y se enfrenta a cada vez más influencia en la escena internacional de otros países con tendencia a socavar a aquellos que hoy ocupan una posición dominante. Esto es, sin duda, algo positivo desde cierto punto de vista: entre más fuerte sea el enfrentamiento económico y político entre las potencias, o lo que Lenin definía como las “profundas contradicciones del imperialismo”(1), más espacios se abrirán para aquellos a los que el sistema intenta derrotar acabando tácticamente con cada oportunidad que los escenarios políticos nacionales e internacionales, en continuo cambio, les ofrecen.

De vez en cuando, los comunistas debemos ser pragmáticos y flexibles a la hora de aplicar nuestras estrategias.   La teoría marxista-leninista no es un dogma teológico, sino una herramienta que nos da la capacidad de comprender y analizar el mundo que nos rodea. Sin embargo, en el sombrío escenario que ofrece la mini galaxia comunista de hoy día no es extraño discutir con quienes, llevando al extremo este pragmatismo, terminan por abandonar no solo la teoría revolucionaria, cayendo en el oportunismo, sino que terminan distorsionando la realidad de los hechos. Y esto, es quizás, aún más peligroso.

La URSS, Rusia y el nuevo rumbo de Putin

Probablemente una de las más perturbadoras (y extrañas, hay que admitirlo) distorsiones consiste en comparar lo que alguna vez fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas con la Rusia de hoy día. La “renovación” de un pasado glorioso, que pasa también por la importación de símbolos y rituales propios del socialismo real, y su abierto antagonismo con los Estados Unidos increíblemente ha logrado confundir a muchos camaradas. No es raro leer comentarios del siguiente tono: “¡Viva el camarada Putin" o "Putin está reconstruyendo la URSS!", "Sabía que (la Unión Soviética, Ed.) volvería.".

Es innegable que Rusia ha concluido aquel primer período post-soviético de venta económica, política y cultural que ha regalado la riqueza del pueblo a los grandes especuladores, aprovechadores y mafiosos vinculados estrechamente a los Estados Unidos y Occidente en general. Ya no se trata de un traidor alcoholizado que conduce al país sino de un “estadista”, competente y preparado (tomando en cuenta su formación en la KGB). Todos estos factores combinados han ayudado a crear esta imagen, distorsionada, de la realidad. Sin pretender morar en la historia de la URSS, debemos preguntarnos qué hace a un Estado un país socialista. Si bien es cierto que el Partido Comunista tiene que gobernar al país (como vanguardia política del proletariado), no necesariamente esto determina por sí mismo la naturaleza del sistema: debido a esto debemos enfocarnos en la estructura económica para disipar cualquier duda que se nos presente.

O los medios de producción están en manos de los trabajadores, y por lo tanto hablamos de una socialización, o uno no puede ni debe hablar de socialismo. Debemos prestar atención a la diferencia entre el concepto de socialización de los medios de producción y la nacionalización de los mismos, pues este último, en efecto, implica la expropiación de los medios de producción con el fin de entregarla al control de una entidad estatal, sin afectar el control burgués de la propiedad, porque de lo contrario, estamos hablando de un capitalismo de estado. Por ejemplo, durante la década de los 60's en Italia muchas de las empresas estratégicas estaban bajo propiedad del estado (energía, acero, etc.), pero acaso esto implicaba que Italia fuera un país socialista? ¿A quién le pertenecía la riqueza del país? A los trabajadores o a la exclusiva élite de empresarios que controlaban, y aún siguen controlando, las riendas de la economía y la política nacional?  

Entonces para un comunista el primer factor a destacar es el cambio de la estructura económica en los países de Europa del Este, sobre todo en Rusia, que a causa de la contrarrevolución se retrocedió a las relaciones capitalistas de producción, en donde la propiedad de los medios de producción está en manos privadas y la producción y distribución de la riqueza no está diseñada para satisfacer las necesidades del pueblo, sino para aumentar las ganancias de los capitalistas, es decir, de aquellos que tienen los medios de producción en sus manos. Mientras que la riqueza de la URSS beneficiaba al pueblo soviético, aportándole industrialización, servicios, salud, transporte, educación, seguridad y paz, hoy día la riqueza de las ex repúblicas termina en las manos de los sátrapas de turno, de los especuladores, de la banca y de las grandes corporaciones. Todos vinculados a los monopolios (Gazprom, Rosneft, Lukoil, Rusal, etc.), los bancos (Sberbank, VTB-Bank, Alfa Bank, Raffeinse Bank, el fondo de pensiones privado Blagosostoyanie, etc.) y a las instituciones políticas que crean de facto un nivel superior, como veremos a continuación con más detalle.

Nos basamos en cifras y estadísticas para sustentar nuestra tesis: en el siguiente gráfico podemos ver la evolución de la exportación de capitales de la Rusia capitalista. A principios de los 90's, y sustancialmente hasta los primeros años de la nueva década, la participación del capital ruso exportado al resto del mundo era esencialmente irrelevante, tanto desde un punto de vista estadístico como económico. Como ya se dijo, estos fueron los años en los que se vendió la riqueza de la antigua Unión Soviética y cuando el renaciente capital del país fue utilizado para re-apropiarse de todo aquello que la Revolución Bolchevique de 1917, y luego el socialismo, habían conquistado. En esencia, gracias a los “neo-capitalistas”, hubo una fuga de capitales (de 15 a 20 mil millones dólares por año) que voló hacia los bancos occidentales. Sin embargo, es a partir de este momento cuando el capitalismo ruso inicia una nueva fase en la que la banca y el capital industrial comienzan a fusionarse y donde la exportación de capital comienza a jugar un rol fundamental, creando una tendencia que, consolidándose año tras año (este proceso solo se desaceleró durante la crisis económica mundial ocurrida entre el 2007 y 2008), está convirtiendo a Rusia en un país completamente imperialista.

Inversión Extranjera Directa de Rusia
1991-2012



Fuente: Elaboración nuestra siguiendo datos del Banco Mundial


A partir del año 2000, la Inversión Extranjera Directa (IED) de los monopolios rusos creció exponencialmente, llegando a unos $406,2 millardos en el 2012 (para 2001 fue de apenas $ 44,2 millardos). (2)

Rusia y las características del Imperialismo

Según la lista Forbes, actualmente, en Rusia hay 110 billonarios cuya propiedad privada asciende aproximadamente a los $ 320 billones, situando a Rusia en el tercer puesto (después de EE.UU y China) en este ranking mundial. En Rusia el denominado coeficiente de Gini, del análisis estadístico sobre la desigualdad, es de 41,7. 

Al analizar punto por punto las características del imperialismo expuestas por Lenin (nos centramos en las tres primeras), podemos comprobar que la concentración de la producción en Rusia ya estaba bien desarrollada en la URSS, por lo tanto, la formación de monopolios capitalistas no necesitó de muchas décadas para su desarrollo, sino que heredó la concentración de la economía socialista y solo tuvo que imponer la propiedad privada de los medios de producción.

En la lista Forbes de los monopolios más grandes del mundo 28 son rusos, entre los cuales destacan Gazprom, Lukoil, Rosneft y Sberbank. La economía rusa está altamente concentrada, en muchos sectores los niveles son más elevados que en los EE.UU. y Alemania. Por ejemplo, en 2006 la proporción que los 10 monopolios más grandes de Rusia aportaron al PIB fue del 28,9%, mientras que en los EE.UU. fue del 14,1%. La mayoría de los sectores de la economía como la energía, la ingeniería mecánica, el transporte y la producción de alimentos están monopolizados. En conclusión podemos decir que en Rusia lidiamos con un capitalismo monopolista, altamente concentrado, con una fuerte presencia del Estado.  

La fusión entre el capital financiero e industrial tuvo lugar con el paso del tiempo. Aunque el Sberbank es uno de los bancos más grandes del mundo, en la economía rusa también desempeñan un papel crucial el VTB-Bank, Alfa Bank y el Banco Raffeinse. En Rusia los grandes monopolios bancarios están estrechamente vinculados o pertenecen a los mismos monopolios industriales. Este es el caso de Gazprom Bank, Uralsib y el banco Promsvjas. Recientemente, el Partido Comunista Obrero Ruso (RKRP-RPK, por sus siglas en ruso) publicó en su página web  un estudio sobre este tema, resaltando unos 20 casos (03), los cuales describimos a continuación.


Gráfico que describe las propiedades de los oligarcas rusos

El grupo industrial Gazprom posee el Gazprombank y el fondo de pensiones privado "Gazfond". Siendo el grupo monopolista ruso más grande posee también el grupo asegurador “Sogas” y gestiona asimismo  la “Leader”, una sociedad de inversión y fondos de pensiones. El conocido oligarca Vekselberg posee la Renova Holding (con sede en Las Bahamas), propietaria del grupo ruso “Renova”, un consorcio internacional privado constituido por compañías de gestión de patrimonios y fondos de inversión que posee a su vez activos en diversas industrias como la minería, el petróleo, construcción de maquinarias pesadas, la energía, las telecomunicaciones, la nanotecnología y el sector financiero dentro y fuera de Rusia.    

El Grupo Renova posse grandes inversiones y tiene presencia en las principales empresas rusas e internacionales, incluidas  empresas de renombre mundial como la UC Rusal, Integrated Energy Systems, Oerlikon, Sulzer y SCHMOLZ + BICKENBACH. Por otro lado, el grupo Renova ha incorporado sus fondos directos de inversión y sociedades de gestión que operan en el sector energético - IES, Avelar Energy- al desarrollo de bienes raíces - “Columbus Nova” -, al sector de las telecomunicaciones - “Akado Group” -, a la industria química - “Orgsyntes Group” - y al sector de los metales preciosos - “Zoloto Kamchatki” -. Este grupo desarrolla proyectos de inversión en Rusia, Suiza, Italia, Sudáfrica, Ucrania, Letonia, Mongolia, Kirguistán, etc. Asimismo, posee el Metkombank, uno de los bancos más grandes de Rusia y que aspira a convertirse en uno de los 50 bancos más atractivos para los inversionistas a nivel mundial. Este gran grupo bancario es propietario de la “Planta de Metales no Ferrosos Kamensk-Ural”, la empresa de construcción “Kortros” y participa en otras grandes empresas rusas. Al mismo tiempo, el oligarca Vekselberg es dueño de una parte de "UC Rusal", el mayor productor de aluminio del mundo, y es co-propietario de "Norilsk Nickel", una empresa rusa de extracción y fundición de níquel y paladio.

Los oligarcas  Alisher Usmanov, Vladimir Skoch y Farhad Moshiri son propietarios de "Metalloinvest", uno de los mayores grupos mineros y metalúrgicos de Rusia especializada en la producción de acero, que es a su vez propietaria de "Lebedinsky Michajlovskij", plantas de enriquecimiento mineral, el "Oskol Steel Works", y la “Ural Steel”, entre otras industrias. Asimismo, poseían hasta el año pasado el “Round Bank” (antiguamente Ferrobank), vendida a su “amigo” Leon Semenenko, quien posee la Hessen Holdings Ltd. y la Nenburg Finance Ltd. con sede en Chipre, las cuales poseen cada uno el 50% de LLC SibConsultGroup, actualmente la única propietaria del Round Bank.    Usmanov, quien es uno de los hombres más ricos del mundo, para el 2012 constituía la USM Holdings, que incluye numerosas inversiones en empresas de las telecomunicaciones como “Garsdale”, que controla cerca del 50% de la “MegaFon”, el segundo operador de telefonía móvil en Rusia, que a su vez posee el 100% de la compañía “Scartel/Yota”, un proveedor de 4G, el 50% de “Euroset”, que es el principal minorista de telefonía móvil en Rusia. Todas estas empresas tienen intereses e influencia en el Round Bank.

El oligarca Prokhorov posee una infinidad de empresas, sólo por citar algunas, como la "Onexim Holdings Ltd" (con sede en Chipre. Posee el grupo "OptoGaN", productor de LED de alta luminosidad. Este último grupo, con sede en San Petersburgo y presente en Finlandia y Alemania, es propiedad de varios fondos privados y estatales de inversión (incluyendo en particular los de Prokhorov). Asimismo,  Prokhorov es propietario de una de las principales empresas de bienes raíces en Rusia, la "Opin" y "Quadra Power Generation”, líder en el sector eléctrico ruso.  Además, Prokhorov es dueño del banco "Renaissance Credit” y la mayor empresa de inversión, la "Renaissance Capital". También es dueño de una parte de "Rusal".



Vladimir Yevtushenko, uno de los hombres más ricos de Rusia, es dueño de una parte (64,2%) de las acciones de "AFK System", que posee "MTS-Bank", la cual controla directamente al “RTI Group”, el mayor holding industrial ruso que desarrolla y produce productos de alta tecnología y tecnologías microeléctricas, el 89% de las acciones de “Bashneft”, una de las principales compañías petroleras rusas, y el 92% de las redes de distribución de electricidad "Bashkiria", además de cadenas de minoristas.

Oleg Deripaska es propietario de la sociedad de inversión "Basic Element", con acciones en el sector energético, industrial, la aviación, la agroindustria, textil, redes y servicios financieros. Este señor es dueño de “Ingosstrakh”, una de las principales compañías aseguradoras, del banco “Soyuz”, del fondo de pensiones privado “Socium” - el cual presta servicios a la planta más grande de producción de “Basic Element”, una de la más grande sociedad de leasing en Rusia, la Element Leasing -. Asimismo, posee el Gaz Group, líder del marcado ruso de vehículos, el cual produce autobuses, automóviles, trenes eléctricos, componentes, etc.

Roustam, el "rey de la vodka", posee el "Russian Standard Bank", uno de los mayores bancos rusos, la compañía de seguros "Russian Standard Insurance” y la “Russian Standard Vodka”, la empresa más importante en el ramo de la producción de vodka.

 Agalarov es propietario del Crocus Group, una de las principales empresas de bienes raíces rusa, con decenas de empresas en las áreas de la construcción y logística, y es dueño del Crocus Bank.

La Russian Railways, entre las tres empresas de transporte (carga y pasajeros) más grandes del mundo, posee el fondo de pensiones privado "Blagosostoyanie", el cual es propiedad exclusiva de Absolut Bank y una buena parte del banco KIT Finance.

Dimitry Pumpyanskiy, a través del Grupo "Ekaterimburgo", posee el 98% del "SKB-Bank", y 71,1% de "Aceros TMK".

Anatoly Sedykh posee el 80% de la “United Metallurgical Company”, uno de los mayores fabricantes rusos de tubos, ruedas de ferrocarril y otros productos de acero para la energía, el transporte y las empresas industriales, y el 60% del capital de "Metallinvest Bank".

Mikail Shishhanov posee 98,6% de "Bin Bank", así como el 95% de la empresa de construcción "INTEC".

Alekperov y Leonid Fedun tienen acciones en Lukoil y en el grupo  IFH Capital, el cual posee el Banco Petrokomerts. Alekperov también tiene una participación en la entidad financiera "Uralsib", y en el banco con el mismo nombre.

El "Vneshtorg Bank", de propiedad estatal, es dueño de una empresa de construcción "VTB-Development“. El "Sberbank", de propiedad estatal, es propietario de la planta de ensamblaje de automóviles "Derveis" en Cherkessk, las empresas constructoras "Krasnaja Poljana" y "Rublyovo-Arkhangelsk", entre otros. "Rosneft" (la cual forma parte de "Rosneftegaz") es propietaria del “Russian Regional Development Bank”

El MDM Bank  (que comenzó como una fundación y ahora es uno de los mayores bancos privados de Rusia) es propietario de la "Siberian Coal Energy Company”, el mayor productor de carbón en Rusia y uno de los principales exportadores. Son accionistas del  MDM Bank, grandes instituciones financieras internacionales como la International Finance Corporation, el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, así como una de las mayores compañías de inversión en Rusia, la Troika Capital Partners.

El Grupo Guta es una de las más grandes corporaciones industriales y de inversión, el cual posee la United Confectioners Holding Company, líder en el mercado de la confitería, con la propiedad de la mayoría de la marcas en este sector (cerca de 1700). La compañía está integrada verticalmente y realiza el ciclo completo de operaciones, desde la agricultura hasta la venta de los productos elaborados. El Grupo posee el Guta Insurance (seguros) y el Guta Bank (uno de los 20 primeros bancos rusos). También es propietaria de hoteles e incluso hospitales y clínicas privadas.

El holding "Don Invest" incluye al banco comercial “Commercial Bank Doninvest” y es propietaria de empresas en los sectores de la ingeniería y la producción de alimentos, autobuses y automóviles. El Joint Stock Company, Federal Research & Production Center ALTAI, posee la “National Land Industrial Bank” y una amplia gama de industrias.

La mayoría de los oligarcas tienen escaños en la Duma, enlaces directos con los funcionarios estatales y con los partidos políticos de la burguesía rusa. Por tanto, podemos concluir confirmando que en Rusia predomina una oligarquía financiera, lo cual tiene su reflejo en el poder político oligárquico, no homogéneo,  en el sentido de que seguramente existen contrastes con sectores oligárquicos vinculados a “Occidente” que abogan por una mayor liberalización y privatización (ya ampliamente prevista), que con los años ha tratado de promover una "revolución de colores" en Rusia.


Gráfico sobre la banca rusa


Ya hemos mencionado la exportación de capital, señalando el cambio notable con respecto al año 2000. El crecimiento sostenido de la economía nacional y el fortalecimiento relativo de las principales empresas nacionales ha contribuido al rápido aumento en el volumen de inversión, convirtiendo a Rusia  en uno de los principales inversionistas internacionales (sin lugar a dudas uno de los primeros entre los países "emergentes"). A través de la adquisición de empresas en otros países, los consorcios rusos acceden a nuevas fuentes de recursos, tecnología y mercados, aumentando su competitividad internacional. Una expansión que refuerza la influencia geopolítica de Rusia y refuerza su posición en la economía global.


Según datos de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, por sus siglas en inglés), en la primera mitad de la década del 2000, la inversión extranjera directa aumentó de 3 a 4 veces en comparación con la década anterior, superando los 10 millardos de dólares al año, incrementándose 3 veces respecto al periodo anterior al 2011, donde la participación de capital y las utilidades reinvertidas se elevaron a más de $ 67,2 millardos. En los últimos 3 años, las empresas rusas han sido capaces de duplicar el tamaño de sus activos en el extranjero, así como aumentar el tamaño de sus ingresos más de dos veces y media que sus propios activos.

Las empresas rusas emplean a más de 150.000 trabajadores en el extranjero, más del doble que en el 2000. Como resultado, la expansión global acelerada de las principales empresas rusas les ha llevado a asumir las características intrínsecas de las multinacionales globalizadas.

La posición de liderazgo en activos extranjeros está ocupada por las compañías  petroleras, de gas y acero: Lukoil, Gazprom, Severstal y Rusal, con un valor total estimado en más de $50 millardos en activos en el extranjeros. Sin embargo, estos datos  en proporción con la economía global, posicionan a Rusia por debajo de otras potencias.

En 2012, las compañías rusas invirtieron más de $139 millardos en la adquisición de empresas extranjeras (incluyendo la compra de BP por parte de Rosneft por un valor de $56 millardos), para terminar con cerca de 427 operaciones de gran impacto; muchas de estas operaciones han absorbido empresas dedicadas a la misma actividad, por lo que las empresas rusas tienden a centrar la expansión en su negocio principal y no en la diversificación del mismo. Aunque esta tendencia ha ido cambiando desde 2012, según los datos disponibles de 2012, el volumen de la inversión directa de empresas rusas en el extranjero representó el 17% del valor total de su inversión interna, y cerca de 20 empresas controlan el 40% del total de activos en el extranjero.

La exportación de capital de la banca rusa se lleva a cabo ya sea en forma de inversiones directas a través de la adquisición de servicios en el extranjero, o mediante la inversión en instrumentos financieros extranjeros, títulos de valores, depósitos en bancos extranjeros o préstamos a personas jurídicas.

Durante la década de 1990 y principios de 2000, el volumen de las exportaciones de fondos de entidades de crédito rusas fue relativamente pequeño, no más de $ 3,4 millardos al año (sin olvidar que ya en esa época se dio la adquisición del Trade Bank de Amsterdam por parte del Alfa Bank).

Desde 2005, la exportación de capital por el sector bancario se ha acelerado considerablemente. En 2011, llegó a $32 millardos, con un aumento de más de nueve veces respecto al 2000 (datos del Banco Central Ruso). Con el aumento de la capacidad financiera de los principales bancos rusos, que han invertido cada vez más en la expansión de su propia presencia internacional a través de la adquisición de empresas extranjera y la creación de filiales en el extranjero, por lo que en los primeros meses de 2013, la mayoría de los principales bancos rusos poseían sus propios bancos filiales en el extranjero, particularmente, el VTB-Bank que ha establecido durante los últimos 4 años sucursales en Ucrania, Bielorrusia, Armenia y Georgia, con una inversión de más de $400 millones, así como la consolidación de su participación en los bancos de Europa occidental, y abriendo sucursales en la India, China, Vietnam y Angola.

VTB-Bank ahora es capaz de proporcionar un alto nivel de apoyo financiero a las empresas rusas en más de 15 países de la CEI [Confederación de Estados Independientes], en Europa Occidental, Asia y África, con el objetivo de ser, para el año 2020, la primera y única institución financiera global en el sector bancario en el espacio pos soviético. 

No menos importante, es una característica del sector bancario, al cual el Banco Mundial ha expresamente “recomendado” como el remedio (asesoría acatada inmediatamente) efectuar una alta fragmentación de sus instituciones debido a las barreras de penetración a los sectores muy bajos. En el informe sobre Rusia el Banco Mundial resalta esta diferencia con los otros países BRICS, pero enfatiza para cada caso, una vez aplicadas las intervenciones solicitadas, que los grandes bancos rusos (incluidos los estatales) seguirán jugando un rol dominante y no tendrán problemas a la hora de aprobar solicitudes de enormes cantidades de capital.

Por lo tanto podemos concluir que la estructura económica de la URSS y la de Rusia son totalmente opuestas y de ninguna manera comparable. No se trata de estar a favor o en contra de Rusia, a favor o en contra de Putin, sino de analizar científicamente la naturaleza real de cada país, apartando la mistificación o idealismo característico de los oportunistas, quienes tratan de separar al imperialismo de su base económica.

Partiendo de este hecho, incluso el conflicto actual en territorio ucraniano tiene que ser visto desde la óptica de la disputa entre gigantes capitalistas (como por ejemplo son Chevron y Gazprom); y en términos más generales de la disputa entre las grandes potencias imperialistas que compiten por la repartición de territorios y mercados, en procura de una mejor posición en la pirámide imperialista. Con la sangrienta intervención en Ucrania de los Estados Unidos y la UE (cuya escalada belicista ha llevado incluso a la voladura de un avión causando más de 300 muertos), estas potencias occidentales han promovido, financiado y organizado a un sector de la oligarquía ucraniana estableciendo una junta fascista, que solo busca ponerse bajo la influencia del bloque y del mercado atlántico alejando a Ucrania de la posibilidad de unirse a la Unión Aduanera propuesta por Rusia, como había sido incluso apoyado por otro sector de la burguesía. (4)

Esta disputa por los mercados, recursos, mano de obra, rutas y territorios está vinculada a la necesidad misma de las instituciones de las instancias capitalistas transnacionales, de los diversos Tratados de Libre Comercio, acuerdos militares, etc. Bajo esta filosofía las relaciones de producción y los intereses de los monopolios  no necesariamente se rigen por cuestiones geográficas. Esto no significa que “cada imperialismo” tenga las mismas características, sino que, comparten el mismo origen en el desarrollo del capitalismo monopolista y en su necesidad de ir más allá de los límites nacionales. 

¿Otro enemigo o una oportunidad?

En este punto podemos juzgar que está bien establecida la verdadera naturaleza de este país, dando por sentado que es completamente imperialista (aunque no en la cima de la pirámide), donde el capital industrial se ha fusionado con el bancario, y donde los grandes monopolios juegan un rol fundamental. Obviamente,   y sin embargo, este país, además de tener un sistema totalmente opuesto a un sistema socialista y lejos de representar "modelo" alguno a seguir, está abriendo escenarios interesantes en el plano internacional: la confrontación con los Estados Unidos, al día de hoy el imperialismo más potente y hegemónico a escala mundial, el avance de otras potencias “emergentes” como China, Brasil, India y Sudáfrica (los llamados países BRICS) está creando enormes grietas en el equilibrio económico y político mundial. 

Por lo tanto, podemos decir que Rusia, al igual que China, son los principales "enemigos" de la unipolaridad yanqui, manifestándose en particular a partir de 1989 con la barbarie de las guerras en Yugoslavia, Irak, Afganistán, etc. ¿A qué responde esto? En primer lugar, se debe al desarrollo desigual del capitalismo y la crisis que, desde el año 2008 en su fase más aguda, ha afectado a los principales centros imperialistas (EE.UU., UE y Japón), mientras que los países hoy agrupados en el BRICS han experimentado un rápido desarrollo (aunque esto varía entre ellos) a tal punto que han fundado un nuevo banco internacional, alternativo al FMI y al Banco Mundial, rompiendo con Bretton Woods después de 70 años. (5)

Esta situación puede considerarse positiva en el sentido que debilita el dominio estadounidense y abre espacios y confrontaciones diplomáticas que pueden ser muy útiles. Por ejemplo, la oposición de Rusia y China a la intervención de “paz” de la ONU en Siria, impidió que se repitiera el escenario libio de hace unos años, le permitió al gobierno sirio hacer frente con eficacia a las hordas de mercenarios islámicos, suministrados por los EE.UU. y otras potencias imperialistas (como Francia), que por ejemplo tiene a Irak sumergida en un mar de sangre (para leer más, lea aquí).

Esta es una indicación de un cambio en el equilibrio de poder en el ámbito internacional, pero ¿acaso esto implica un cambio en el nivel de oposición entre el “sector imperialista” y el “sector antiimperialista y socialista”, como durante los años de existencia del bloque socialista? ¿Por qué Siria fue defendida mientras que la Libia de Gadafi fue abandonada tan vergonzosamente? Se han olvidado ya los fans de Putin, porque así los podemos definir, de la heroica resistencia del pueblo libio, que fuera “abandonado” de esa manera por el resto del mundo?

La repartición entre las grandes potencias (sin excepción de ninguna) de los recursos económicos libios, del petróleo en primer lugar, ha, de facto, sepultado a  la Jamahiriya libia: los monopolios americanos, europeos, rusos y asiáticos se lanzaron como buitres sobre las ruinas de un pueblo y un país martirizado por la OTAN con la complicidad de la ONU. Un país socialista, basado en el principio del internacionalismo proletario, jamás habría permitido esta masacre: de hecho, es gracias a la existencia de la Unión Soviética y del bloque socialista que fueron posible las experiencias de emancipación y liberación en  Asia, África y Centro América, acelerándose los procesos de descolonización y estableciendo un “derecho internacional” fruto de un equilibrio de los poderes favorable a los pueblos.

Hay que mencionar otro ejemplo, muy reciente, de lo que está ocurriendo en el Medio Oriente: "Apoyo la lucha de Israel en su intento de defender a sus ciudadanos. Asimismo, me he enterado del horrible asesinato de tres jóvenes. Se trata de un acto que no puede ser tolerado, y le pido que transmitan mis condolencias a los familiares”, palabras de Putin durante la larga reunión que tuvo lugar en Moscú donde se reunió con el Gran Rabino sefardí, Yitzhak Yosef, el rabino Yisrael Meir Lau, el rabino líder de Rusia, Berel Lazar y el rabino del Centro Rabino de Europa (RCE). (6).


Sin entrar en demasiados detalles sobre el asunto palestino (para mayor información lea aquí) es evidente como, detrás de sus malabarismos diplomáticos, vemos afirmaciones verdaderamente increíbles (sobre todo viniendo de un “antiimperialista”): “apoyo la lucha de Israel” para “defender a sus ciudadanos”. Mientas miles de personas en todo el mundo salieron a las calles (y todavía lo siguen haciendo) para apoyar el derecho a la autodeterminación y la libertad del pueblo palestino contra la vergonzosa y desproporcionada acción militar del ejército israelí, el presidente ruso no solo declara su apoyo a Israel, sino que agrega que la respuesta de Israel es necesaria para defender a sus ciudadanos. Para todo el mundo queda claro que bombardear un gueto (porque en eso convirtieron a la Franja de Gaza), asesinando a miles de mujeres y niños, es un acto en defensa propia, no? No nos quede más que preguntarnos: ¿por qué “camarada” Putin”?.

Sabemos que siempre existen intereses económicos en juego (entre ellos podemos contar el acuerdo firmado por el presidente ruso, para favorecer a las empresas nacionales, con grandes instituciones financieras como la Goldman Sachs y BlackRock) (7), el intercambio de favores, los equilibrios que se deben  mantener o cambiar, pero todo gobierno juega a ganar, y como siempre, no a conveniencia de las masas populares, de los trabajadores ni mucho menos de los comunistas. Un ejemplo de ello es la lucha de Gazprom por explotar los yacimientos de gas a lo largo de las costas israelíes (como Leviathan, Dail y Tamar) con la única intención de dirigir estos suministros al mercado asiático para impedir que estos sean aprovechados por los monopolios europeos, lo cual pondría en riesgo el monopolio ruso del mercado energético de Europa. Queda claro cuáles son los verdaderos intereses que están en juego para Putin.

La cuestión por resolver es la siguiente: ¿de qué manera y en qué medida puede la “Nueva Arquitectura” (propuesta por los BRICS) del orden mundial favorecer al pueblo?

Un mito que debe ser disipado es el de la cuestión de la “independencia”. Nosotros, como marxistas, no podemos dejar de evaluar el rol desempeñado en los últimos años por los BRICS en la división internacional del trabajo. Con tantas multinacionales que se han establecido en algunos de estos países, así como las relaciones de interdependencia y dependencia que se ha desarrollado entre sí y con los demás países, podemos afirmar que no se puede hablar del surgimiento de “dos mundos”, sino de antiguos y nuevos poderes capitalistas (y monopolistas) que compiten entre sí en la cima de la pirámide del sistema imperialista mundial.   Parafraseando lo que ya se ha dicho antes, el desarrollo desigual del capitalismo junto a su dinámica interna, conlleva a una desaceleración de las economías a causa de las contradicciones y efectos nefastos de la crisis global.
El nacimiento del Banco BRICS no puede más que verse inserto en la dinámica inter-imperialista del comercio de las materias primas (caída de los precios), en el marco de la caída de inversiones hechas por los imperialismos centrales en estos países, y más aún en su necesidad de desarrollo que requiere de “desvincularse” del peligroso control financiero de los EE.UU. (FMI, Banco Mundial). No tienen otra salida más que diseñar nuevas estrategias económicas y políticas que permitan compensar la pérdida en el mercado europeo, reforzando así la interdependencia entre ellos, desarrollando sus respectivos mercados y reasegurando mayores espacios en el escenario global.   

Es cierto que el crecimiento de los BRICS sí que se ha ralentizado respecto a los años anteriores; en China, que durante el periodo 2006-2012 creció en promedio 10,4%, pasó al 7,4%. De igual manera India que de crecer 7,8% cayó al 4,6%. Rusia, por su parte, bajó del 4,3% a un 1,4%, mientras que Brasil pasó del 2,7% al 2,3%%. Es al observar estas dinámicas cuando algunos camaradas caen en el error, es decir, consideran que hoy día todas la relaciones existentes son del tipo “colonial” por parte de unas pocas potencias imperialistas (principalmente Estados Unidos y Alemania), defendiendo de esta manera los supuestos intereses comunes entre las “burguesías” (que no es más que monopólica e internacionalizada) y el “proletariado” de estos países marginando la lucha de clases, ignorando el análisis de la estructura económica de cada país (capitalismo monopolista) y la necesidad objetiva de expansión al mercado global, de insertarse en el proceso de globalización del capitalismo, de expansión comercial internacional y de atracción de capitales de inversión.

Las estadísticas de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, por sus siglas en inglés) (8),  respecto al periodo del 2000 al 2012, revelan que los  flujos  del IED (Inversión Extranjera Directa) hacia los BRICS se ha más que triplicado alcanzando los $263 millardos en 2012. Incrementándose aún más durante el periodo de crisis y pasando a representar el 20% del flujo mundial, que era del 6% en el 2000. Al mismo tiempo, los países BRICS se convirtieron en importantes inversores, con una Inversión Extranjera Directa que pasó de $7 millardos en el 2000 a $126 millardos en el 2012, lo que representa el 9% del flujo mundial. Hace sólo 10 años, tal cuota era del 1%. China es el mayor inversor entre los BRICS (tercero a nivel mundial), con un total de casi $425 millardos de IED en todo el mundo. Casi la mitad (46%) de los flujos de IED, en el 2012, hacia los BRICS fueron hacia China, seguido por Brasil (25%), Rusia (17%) e India (10%), mientras que la mayor parte de las inversiones de los BRICS estuvo dirigida a las economías desarrolladas, en particular a la Unión Europea (34%), orientados a las fusiones, adquisiciones para la conquista de nuevos mercados. Otra parte importante se dirigió a África (donde China es el principal inversionista) con una cuota de IED que pasó del 14% (2010) al 25%, con un aumento particular en el sector manufacturero.

Por su parte la expansión de las multinacionales rusas en África es bastante reciente, pero en rápido crecimiento. Rusia, el mayor productor de aluminio del mundo, está presente en Angola, Guinea, Nigeria y Sudáfrica. Cuenta también la participación de bancos el Vneshtorgbank, que abrió sus puertas en Angola, Namibia y Costa de Marfil. El Renaissance Capital posee el 25% de las acciones del Ecobank, uno de los bancos más grandes en Nigeria. Las inversiones entre los BRICS se mantuvieron relativamente limitadas hasta el 2012, aunque creció rápidamente pasando del 0,1, en el 2003, al 2,5 en 2011  siendo esta la caracterización para los próximos años (gracias a la creación del  Banco de los BRICS).

En 2013, la IED de las multinacionales provenientes de los países calificados como en vías de desarrollo alcanzaron un record de $454 millardos. Junto a las economías denominadas como en transición representaron el 39% de las inversiones globales de IED, en contraste con el 12% de inicios de la década del 2000. Cada vez más, las multinacionales de los países en vías de desarrollo están adquiriendo las filiales extranjeras de los países desarrollados en el mundo en vías de desarrollo.

Flujos de IED: top 20 de los países inversores, 2012 y 2013


Fuente: UNCTAD, Informe Mundial de Inversión 2014.

Rusia ha dado un gran salto hacia adelante, tanto en términos de sus propias inversiones como las recibidas de IED, pasando del noveno al tercer puesto (detrás de EE.UU. y China), por un valor de $94 millardos.

Gráfico 5. Flujos de IED : top 20 economías receptoras, 2013
(Millardos de dólares)



Fuente: UNCTAD
Flujos negatives en 2012.
La proporción de los flujos de IED hacia los BRICS, en 2013, representó el 21% del total por un valor de $304 millardos, 10% más que en 2007. El dato más relevante es que el comercio entre los BRICS actualmente ya representa el 17% a nivel global, ascendiendo a $6,14 millardos. 

Fuente: UNCTAD, Informe Mundial de Inversiones 2014.

América Latina y el Caribe son las regiones donde más han crecido las IED  (15-25%). Durante el 2010, en plena crisis, a expensas de los países industrializados, donde se registró un retroceso (-1%) durante el mismo período. Estos capitales se transformaron en nuevas fábricas, oficinas, unidades de producción, etc. De esta manera, la región ha visto un aumento en la producción del 13%, mientras que en comparación durante el mismo período las economías desarrolladas registraron un incremento del 8%.

En América del Sur las inversiones estuvieron dirigidas principalmente a la explotación de recursos naturales (43% de las recepciones de IED en la región fueron a las zonas que producen el 31% de la producción mundial de biocombustibles, el 48% hacia la producción de soja, el 47% al cobre y 31% a la producción de carne).  Mientras que en México,  América Central y el Caribe se dirigió a la industria manufacturera (54%, en el caso de México, se concentró en los sectores aeroespacial, agroalimentario, automotor, salud, eléctrico, electrónica, energético, etc.). En ambos casos, el objetivo es el de abastecer el mercado internacional.  Este flujo ha fortalecido el papel asignado a estos países en la división internacional del mercado, fortalecimiento la interdependencia de estas economías tanto en relación a las economías a donde se transfiere el capital, como a las economías donde se consume lo producido por estas inversiones. Los capitales se entrelazan y reubican moviéndose de los principales centros de producción a los países periféricos, con el único objetivo de obtener la máxima rentabilidad.

Veamos el ejemplo de Brasil (el mayor receptor de inversión extranjera y al mismo tiempo el segundo país con la mayor inversión extranjera en América del Sur). Salta inmediatamente a la vista (siendo a menudo pasado por alto) la ocupación de Haití que lidera junto a los EE.UU., así como la venta de armamento a Colombia, contribuyendo así a la represión del régimen contra las FARC-EP, las masas populares, los campesinos y los trabajadores. Sobre este mismo asunto, durante los últimos años en Brasil ha crecido notablemente el peso de los monopolios industriales de armamento, con Israel como uno de los países donde se origina buena parte de los recursos invertidos, con grandes flujos de capital y suministros de recursos y armas desde y hacia Brasil, por montos que ascienden durante los últimos 12 años a un 1 millardo de reales. (9) Para continuar nuestro análisis sobre las relaciones con Israel, basta con ver los tratados de libre comercio y el consiguiente flujo entre este Estado sionista y el Mercosur (el mismo tipo de análisis podría hacerse de la relaciones entre este último bloque y la UE).

Para comprender aún mejor la relación entre el capital internacional y nacional en su fase monopolista, siguiendo con el ejemplo de Brasil, citamos la descripción hecha por Edmilson Costa:


"Si observamos,  desde el punto de vista de la propiedad, podemos constatar que de los 100 mayores grupos económicos, el 58% son de capital mayoritariamente nacional, mientras que el 42% están controlados por capital extranjero. Pero si nos fijamos, por ejemplo, en la industria, que es el sector más dinámico de la economía, aquel que genera nueva riqueza, veremos que la participación de capital extranjero es superior al capital nacional  [...] la gran mayoría de los grupos nacionales de capital están asociados, en algún punto de su actividad económica, con capital extranjero, siempre y cuando sea funcional, puesto que se abren áreas para la participación en el mercado internacional y logran convertirse en actores predominantes en los flujos financieros internacionales. Estos datos muestran claramente no sólo el grado de concentración de la economía brasileña, pero sobre todo el nivel de las relaciones entre el capital nacional y extranjero, es decir, el vínculo orgánico entre la economía brasileña y las economías centrales. En casi todos los sectores dinámicos de la economía, como la industria automotriz, las tecnologías de la información, la química, farmacéutica, metalurgia, entre otros, el capital internacional hegemoniza el proceso de producción. Del mismo modo, incluso en los sectores tradicionales, donde el capital nacional siempre ha sido mayoritario, como las finanzas, el comercio y la agroindustria, el capital extranjero está avanzando de forma espectacular durante los últimos años. El capital monopolista generalmente se concentra en las grandes ciudades, organizando bajo su lógica a los sectores más vulnerables e interconectando a la subordinada economía brasilera con los centros de poder y los flujos financieros del capital internacional. Lo mismo sucedió en el campo [...] Como consecuencia, esta situación pone fin a las viejas ilusiones de una posible alianza entre el proletariado y los sectores de la burguesía brasileña, como sueñan algunas fuerzas de izquierda, puesto que esta burguesía nacional no es “nacional” y sus intereses están orgánicamente unidos a los intereses del gran capital” (10)

Ejemplos como estos deben dejar claro que lo que está en desarrollo es una lucha por la conquista de cuotas y posiciones en el mercado capitalista global. Es decir, que sobre la base de los intereses monopolistas, que solo buscan mejores condiciones que aumenten el valor de sus capitales a través de relaciones de interdependencia (de las cuales consiguen acuerdos internacionales) y, al mismo tiempo, de antagonismo con las principales potencias imperialistas, las cuales aprovechándose de alianzas con otros países capitalistas, buscan aumentar su influencia y debilitar al adversario haciendo uso de sus poderes económicos, diplomáticos y militares.

No hay duda que las características de los BRICS se diferencian a la de los imperialismos centrales (en particular, de Estados Unidos y UE), y esto solo es posible gracias al nivel actual de desarrollo de los anteriores. Y esto a menudo conduce al engaño. Es de este último periodo que surgió la noticia del fortalecimiento de las relaciones entre Alemania, Rusia y China, como otro indicio del cambio en las relaciones internacionales de poder entre las potencias capitalistas globales. Con el Tran Eurasia Express el enorme mercado chino se conectará a Europa, pasando por Rusia; al mismo tiempo, estas tres potencias están unidas por fuertes relaciones surgidas del suministro de gas que de Rusia llega a Alemania y que para el 2018 llegará también a China. Las maniobras de la burguesía alemana demuestran sus intentos por convertirse en una potencia a nivel mundial (y no solo regional), desligándose (hasta cierto punto) del bloque occidental para navegar en el mercado mundial con más y más vínculos con China y Rusia.  

La bandera de la multipolaridad no puede ser una bandera comunista, ya que esta es una ilusión en relación con los intereses del pueblo, del proletariado y de la paz, "porque no existen dos mundos en disputa, sino la continuación del capitalismo en su fase imperialista [...] la Nueva Arquitectura es la prolongación del imperialismo a través de una nueva repartición de los mercados, la fuerza laboral y las materias primas. El cambio de un centro imperialista por otro, de un explotador por otro, no es una alternativa [.. .] no se puede negar al movimiento comunista o a cualquier país donde sea posible la ruptura de la cadena imperialista en su eslabón más débil (es este el rol de la activa participación de las fuerzas de clase en la lucha de las milicias populares en la naciente República Popular de Donetsk y Lugansk, a la cual apoyamos), la realización de tácticas en este sentido, porque tarde o temprano, los antagonismos se harán evidentes(12). Como y se mencionó, el leninismo nos enseña el sentido de la realidad para hacer uso de todas las contradicciones producidas por el sistema imperialista, pero manteniendo en mente la visión estratégica en la que cada paso termine en el fortalecimiento de la perspectiva independiente de la clase, que requiere de la distinción entre los intereses de las clases opuestas en todas y cada una de las situaciones que se presenten.

Para tratar de resolver este enredo, aprendamos de Lenin y de su aproximación a la "multipolaridad" y la Primera Guerra Mundial (no es vano resaltar que jamás ha existido un mundo más multipolar como aquel que condujo la Primera Guerra Mundial). En “Bajo una Bandera Ajena” (13) (escrito en 1915, durante la Primera Guerra Mundial), el gran revolucionario ruso respondió con fuerza a los argumentos de A. Potresov quien sostenía que era necesario “determinar, desde un punto de vista internacional, cuál sector era preferible que resultara victorioso”. Es cierto, replicó Linin, que Marx explícitamente plantea la cuestión de “para cuál sector es más deseable la victoria?” pero es un error, decía, reiterar aquella frase medio siglo después, en la que Marx se refería a la confrontación progresiva entre los movimientos burgueses, los poderes feudales, monárquicos y absolutistas. Por lo tanto, comenta Lenin: "el método de Marx consiste, en primer lugar, en tomar en cuenta el contenido objetivo del proceso histórico en un momento y una situación dada, para, antes que nada, determinar a cuál clase le pertenece el impulso del progreso posible bajo esas condiciones concretas. Entonces, en 1859, el contenido objetivo del proceso histórico en Europa continental no era el imperialismo, sino los movimientos burgueses de liberación nacional. El impulso estaba dado por el movimiento burgués contra las fuerzas feudales y absolutistas”.

"Supongamos que dos países entran en guerra en la época del movimiento burgués de liberación nacional. ¿A cuál país deberíamos desearle la victoria desde el punto de vista de la democracia moderna? Obviamente que a aquel cuya victoria dé mayor impulso al movimiento de liberación nacional de la burguesía, debilitando así al feudalismo. Supongamos también que el elemento determinante del contexto histórico objetivo sea cambiado y que  el lugar del capital del periodo de liberación nacional pongamos al capital financiero internacional, reaccionario e imperialista. Que el primer país posea tres cuartas partes de África mientras que el segundo una cuarta parte. Entonces, el contenido objetivo de esa guerra es la repartición de África. ¿A cuál desearle la victoria? Sería absurdo plantear el problema en su forma anterior, ya que no poseemos los criterios precedentes de valoración: no existe ni un movimiento de liberación burgués desarrollándose durante décadas, ni un largo proceso de decadencia del feudalismo. No es tarea de la democracia moderna apoyar ni al primero a consolidar su “derecho” de mantener las tres cuartas partes de África, ni apoyar al segundo (a pesar que su economía se desarrolle más rápido que la del primero) a apropiarse de estas tres cuartas partes. La democracia moderna se mantendría fiel a sí misma solo si no se alía a ninguna burguesía imperialista, diría que “las dos partes son igualmente malas”, y se esperaría que el resto de los países deseen la derrota de la burguesía imperialista. Cualquier otra solución sería, en realidad, nacional liberal, y no tendría nada que ver con el verdadero internacionalismo” […] "Estamos, sin duda, viviendo en la conjunción de dos épocas y los acontecimientos históricos, de grandísima importancia, que se están desarrollando ante nuestros ojos sólo se pueden entender si se analiza, en primer lugar, las condiciones objetivas de la transición de una época a la otra. Se trata de grandes épocas históricas: en cada época hay y habrán movimientos parciales e individuales, que avanzan y retroceden; hay y siempre existirán diversas desviaciones del tipo y ritmo del movimiento. No podemos saber con cuál velocidad, ni con cuál resultado, se desarrollarán movimientos individuales históricos de una época determinada. Pero sí podemos saber y sabemos cuál clase está en el centro de esta u otra época y esto determina el contenido fundamental, la dirección principal de su desarrollo, las principales característica del contexto histórico, etc.

Sólo sobre esta base, es decir, teniendo en cuenta, en primer lugar, los rasgos distintivos fundamentales de las diversas “épocas'' (y no de episodios individuales en la historia de un solo país), podremos construir correctamente nuestra estrategia; y solo el conocimiento de los lineamientos principales de una época dada puede ser la base que permita tomar en consideración las características más distintivas de uno u otro país”.

Los defensores de la tesis actual sobre la "multipolaridad", a saber, el papel progresista de la burguesía monopolista que es antagónico al "fuerte imperialismo occidental", reiteran la misma tesis oportunista contra la que Lenin tanto luchó porque se ponen en la “posición de otra clase, y por ende de una clase pasada, superada [...]”. Por lo tanto, no es una coincidencia que los defensores de esta tesis sean los que hablen de “fases intermedias” entre el capitalismo y socialismo, postergando las tareas revolucionarias de la clase obrera a un futuro indefinido, proponiendo alianzas interclasistas con presuntas “burguesías nacionales” para aliarse con un sector imperialista en lugar de otro.

Un sector político que se ha ocultado o tratado de colarse en el movimiento obrero y comunista internacional, sembrando confusión y desmovilización, incluye al Partido de la Izquierda Europea (conocido por su apoyo, por ejemplo, a la Unión Europea y a la OTAN), a los defensores de las alianzas interestatales (burgueses) de Europa del Sur hasta llegar a las infiltraciones grupos “izquierdistas” y la supuesta lucha nacional-burgués italiana vinculada a la “nueva potencia euroasiática”. Diremos siempre junto a Lenin, que “han traicionado a la clase que pretenden representar, siguen la estela de la burguesía”.  

A 100 años de la Primera Guerra Mundial, se establece nuevamente la lucha entre revolucionarios y oportunistas frente al escenario internacional. La reciente declaración de la Federación Mundial de la Juventud Democrática afirma: 

La Primera Guerra Mundial "fue la revelación aterradora de los resultados de la fase monopolista del capitalismo. Los millones de muertes y enormes desastres que involucraron a países de todos los continentes, será por siempre una advertencia de los resultados de los conflictos y de las agresiones imperialistas; será por siempre un recordatorio del hecho que las alianzas imperialistas solo sirven a los intereses de las burguesías y no a los intereses de los pueblos […] "Hoy podemos ver cómo la historia se repite, con nuevas alianzas imperialistas, reagrupamientos y aumentos continuos en las acciones militares. Los cambios de fronteras y las alianzas que se realizan, por lo general con violencia, están creando chispas que pueden dar lugar a conflictos más amplios y guerras internacionales [...] "Como parte del movimiento anti-imperialista internacional, como hombres y mujeres jóvenes progresistas, honramos a las víctimas de la gran guerra imperialista. Nuestra lucha por la paz y la amistad entre los pueblos, nuestra lucha para derrocar el imperialismo representa la esperanza de un futuro mejor para la humanidad, para un progreso necesario. A medida que la Gran Revolución de Octubre nació de las ruinas de la primera guerra mundial, estamos comprometidos a derrotar al imperialismo para traer la paz entre los pueblos. " (14)

Para realmente entender todos estos acontecimientos no tenemos otro medio más que el estudio del imperialismo, y a Lenin, que a menudo nos ilumina sabiamente. Es precisamente porque el mundo está en constante cambio que necesitamos claridad sobre el proceso de internacionalización de las fuerzas productivas, de su lucha competitiva y la consecuente guerra entre los países capitalistas por una nueva repartición del mundo sobre la base del desarrollo desigual y de las relaciones de interdependencia entre ellos (el sistema imperialista global). Esto significa ser política, ideológica y organizativamente consistentes en la realización de las tareas que la historia impone a los comunistas. Y estas tareas no pueden ser más que la lucha contra el “imperialismo desde nuestras casas” con todos los medios posibles (lo que implica el derrocamiento del poder burgués en Italia, el salida de la UE y la OTAN y el rechazo al rancio pacifismo imperialista), la solidaridad proletaria activa y la verdadera cooperación internacional (por ejemplo, con la República Popular de Donestk), la conformación de la unidad internacional de los comunistas, la independencia de la clase en la lucha contra "cualquier alianza capitalista interestatal" en la conciencia de que el futuro de los pueblos estará en sus propias manos si se logra derrotar a los poderes burgueses en cada país, la socialización de los medios de producción, la producción y distribución no para la ganancia sino para la satisfacción de las necesidades del pueblo.

Las organizaciones "comunistas" y camaradas que apoyan a la turba islamista y terrorista en Siria, a los nazifascistas de Ucrania, al libertador y “camarada” Putin no tienen sino dos alternativas: O utilizar al Marxismo-Leninismo como una “caja de herramientas” o declarar finalmente, y honestamente, a qué sector defienden. 


















Notas:

1)   El imperialismo y la escisión del socialismo, Lenin, 1916, Obras Completas, vol. 23, 4ta edición en inglés, Progress Publishers, Moscú, 1964, pp. 105-120, disponible en: http://marx2mao.com/Lenin/ISS16.html
3)   Artículo en ruso escrito por el Partido Comunista de los Trabajadores, (miembro de la Iniciativa de los Partidos Comunistas y Obreros de Europa), el cual describe la relación entre el capital financiero e industrial: http://rkrp-rpk.ru/content/view/11565/1/
4)   La intervención de Estados Unidos, la UE y la OTAN en Ucrania forma parte de un mismo teatro de operaciones que se está desarrollando de Ucrania al sureste del Mediterráneo pasando por el Medio Oriente y África, el cual afecta a varios países: Palestina, Siria, Libia, Irak, Mali, República Centro Africana, Sudan, Chad, Costa de Marfil, etc. Sin olvidar los golpes de estado (en Hondura y Paraguay), y los intentos de golpes (en Venezuela, Bolivia y Ecuador) en la región suramericana. La guerra en Europa del Este persigue expandir a la OTAN hacia el este (como lo demuestran los recientes acuerdos en la Cumbre de Gales) con el establecimiento de bases listas para la acción en las narices de Rusia.
5)   Los 70 años de Bretton Woods, El Banco Mundial y el FMI, por Eric Toussaint. Disponible en italiano en:
          http://www.resistenze.org/sito/te/cu/st/custeg23-014866.htm
7)    “Los inversionistas apoyarán a grupos rusos antes del IPOs.” Artículo del Financial Times, 21 de junio 2012. Disponible en: http://www.ft.com/cms/s/04a79574-bbc4-11e1-9aff-
8)   Las estadísticas sobre IED se pueden encontrar en diversas fuentes, mientras reportan pequeñas diferencias, pero confirmando las mismas tendencias. Las estadísticas de la UNCTAD está disponible en: http://unctad.org/en/Pages/Home.aspx
9)   Artículo en portugués en el sitio web del Partido Comunista Brasilero sobre la industria armamentista brasilera y sus vínculos con Israel: La industria armamentista de Brasil e Israel. Disponible en: http://pcb.org.br/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=7669:a-industria-belicabrasileira-e-israel&catid=43:imperialismo
10)La explosión social le toca la puerta a la Copa del Mundo, por Edmilson Costa (del Partido Comunista Brasilero). También destacan los datos sobre la concentración de monopolios en la economía brasilera. Disponible en italiano en: http://www.resistenze.org/sito/te/po/br/pobref03-014592.htm
11) Un ejemplo de esto es la reciente guerra de sanciones entre EE.UU., la UE y Rusia, para profundizar: La Guerra de Sanciones y el Espiral Imperialista, escrito por Alexander Mustillo. Disponible en italiano en: http://www.resistenze.org/sito/te/po/br/pobref03-014592.htm
12)Multipolaridad: 2 Mundos, o la Disputa Inter-Imperialista? Escrito por Pavel Blanco Cabrera, Primer Secretario de la CC del Partido Comunista de México. Disponible en español en: http://elcomunista.nuevaradio.org/?p=1331
13)Bajo la Bandera Enemiga, Lenin, 1915, Textos Seleccionados, vol. 21, Collected Works, 4ta edición en inglés, Progress Publishers, Moscú, 1964, pp. 135-157, disponible en: http://marx2mao.com/Lenin/UFF15.html
14)    Declaración de la WFDY en la conmemoración de los 100 años de la Primera Guerra Mundial. Disponible en italiano en: http://www.senzatregua.it/?p=1278




Texto traducido por.

Carlos Rojas, en Caracas el 05 de mayo de 2015.

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